• Accedieron a un Pan de Negocio que incluyó implementación de tecnología y asistencia técnica.
  • Hoy lograron ampliar su frontera agrícola de 60 a 105 hectáreas
  • Pasaron de vender cada saco de maíz de 40 a 90 soles

La Comunidad Campesina Secsencalla ubicada en la provincia de Quispicanchi en Cusco, duplicó su producción de maíz blanco y chulpi a 600 toneladas anuales, luego de acceder a través del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) a un Plan de Negocio en tecnología que tenía como objetivo lograr el desarrollo productivo de la organización.

Silverio Palomino socio fundador cuenta cómo ha mejorado su calidad de vida: “A nivel de la comunidad hemos tenido mayores ingresos y mayor cosecha de calidad. Ahora nuestros hijos están mejor educados, como tenemos mayores ingresos ya podemos educarlos más allá y pueden estar en la universidad”

Los 68 socios de esta comunidad accedieron al cofinanciamiento no reembolsable de S/ 393,573.00 por parte del Minagri, mediante el Programa de Compensaciones para la Competitividad – AGROIDEAS. Por su parte, los beneficiarios solventaron una contrapartida por S/78,714.60.

El Plan de negocio incluyó la implementación de maquinaria agrícola como tractores, arado de discos, sembradora de precisión de líneas, rastras hidráulicas y surcadoras para mejorar las labores de labranza y preparación de terreno para el cultivo y proceso de siembra. Además, recibieron asistencia técnica para la preparación del terreno, labranza, calidad de semilla y principales labores agronómicas como fertilización, control de plagas y sanidad vegetal.

“Nosotras las mujeres ya sembramos. Sabemos sembrar y cosechar igual que los varones con las nuevas máquinas que hemos adquirido. Ahora ya tenemos un ingreso y a los niños los llevamos a nuevos colegios” asegura Jenny Quispe, socia de la organización.

Maíz cusqueño de calidad

El maíz blanco y chulpi producido por esta comunidad, es llevado desde Cusco hasta Lima y al norte del país para su comercialización. Regiones como Junín, Arequipa, Ancash y Apurímac son beneficiadas con este producto de mayor calidad.

La Comunidad cuenta con una alta fortaleza organizacional que ha sido crucial para el éxito del plan de negocio, además de la participación de las mujeres en el campo, que ha logrado elevar su competitividad en beneficio de sus herederos, quienes hoy en día pueden acceder a una mejor educación.

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